Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

viernes, 1 de febrero de 2013

Viernes 13 (-12)

Poco tengo que contar, pero me pueden las ganas de comunicarme. Una  más de mis contradicciones, ya veis. En mi vida pasa el tiempo y no pasa nada.

Hoy, como cada día de lunes a viernes, la alarma me despierta a las 7 y durante 20 minutos mantenemos una pugna que ella termina por ganar. Salto de la cama y me enfundo mis zapatillas de maru, cómodas,  calientes y horteras (¿por qué les pondrán esas absurdas flores, estrellas o corazones con fondo chillón tipo lady Gaga?). Sigo... Enchufo la estufa del cuarto de baño para que mi cuerpo no sufra innecesariamente los rigores del frío durante la ducha. Os ahorro detalles de mis abluciones matinales, y pasamos a la cocina. Zumo de naranja envasado (mi nombre debería llevar la c de cómoda), capuchino (también de bote), dos galletas (de caja) vitalinea au chocolat (galletas quieroynopuedo), y lista para enfrentarme al mundo con mi cargamento vitamínico y calórico.


Llega el momento bata fuera (prenda indispensable junto con las zapatillas para el look completo de Maru, la ropa de diseño cubriendo mi cuerpo perfecto la uso en la vida que uno de mis yos tiene en otra dimensión de existencia vacía en medio de un lujo sin par). Previamente me he conjuntado al salir de la ducha, por si surge un serendepyti o como se diga y tengo que mostrar mi físico a los ojos de un varón interesado en él (soy hetero). Asalto el armario. Estudio posibilidades. Calculo si tengo limpias las medias negras o las marrones (el invierno es lo que tiene). Combino vestido con enfundamiento de piernas en medias y botas y voy otra vez al baño. Colorete, labios, cabello bien cepillado, y perfume (hoy Carolina Herrera, très chic que es una).


Busco bolso. Arrojo dentro el movil. No olvido coger las llaves. Salgo.

Ohhhhhh qué día más bonito. Primavera en febrero, que desespero jajajaa.

Llego al trabajo. Miro mis papeles. Busco el blog de Fernando Gilipollas. Mientras lo leo no dejo de reír y pensar lo bueno que es el tío. 


Pausa de café mediomañanero. Corro al cajero. Biennnnnn! Aún tengo una nómina que me permite pagar facturas, comer lentejas y mañana salir e ir al teatro. ¡¡¡¡ Sorpresa en este lugar del mundo hay un teatro y mañana representan una obra de Strindberg !!!!


Completando mi bucólico momento las notas del acordeón de un músico callejero se mezclan con el trino de pájaros embriagados de primavera (momento de la neurona cursi, dejadla que es su turno). Os aseguro que la moneda que arrojé al sombrero no pagó la sensación de absoluta felicidad sacada de película de Frank Capra que me invadía.


Mientras, mis fantasmas particulares, quietos y emboscados en los rincones más inesperados, susurran amenanzantes:

-Te crees que no vamos a darte la lata. Lee, frivoliza  y taconea cuanta felicidad  puedas, que cuando escuches una canción, un comentario, o llegues a casa te estaremos esperando.

Lo malo es que es verdad.
Y lo mejor es que miedo ya no me dan.



6 comentarios:

  1. Hola Jane, me parece fabuloso que aun cuando sientes que no tienes nada que contar, te dejes fluir y proyectes todo eso que ocurre dentro de ti casi desapercibido, pero que enriquece los días como cualquier otro momento mágico.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Beatriz por pasarte por el rincón de Jane y comentar mis letras.

      La vida cotidiana es una auténtica aventura si la miras desde el ángulo adecuado.

      Abrazos.

      Eliminar
  2. Ay querida, Jane. He paseado junto a ti, que no taconeado, por esa calle camino del cajero un sinfín de veces, al leerlo me has devuelto a aquellas mañanas de café, risas y acompáñame amiga mía.
    Consigues que una simple anécdota, suene a una gran historia.
    Feliz fin de semana, mi Gondo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Auroratris de mi alma juntas hemos hecho mucho camino entre risas, confidencias, comentarios... y un cariño inmenso que plasma en una amistad que crece día a día.

      Besos con abrazos.

      Eliminar
  3. Pero Gondolilla ¿Cómo es posible que nuestro amor se haya roto? después de mi injustificada ausencia aquí me tienes rendida a tus pies (esos pies embutidos en unas pantuflas con pompones rosas de maruja).
    Bueno al final la vida es ese paisaje que vamos mirando mientras llega la meta final..., esos pequeños detalles de cada día, esas pequeñas cosas que nos hacen felices.¡Bien por esa nómina recién cobrada! ¡bien por esas lentejas! Y bien por saber contar esos pequeños detalles cotidianos con esa gracia. Y ponte rimel guapa, que te vienes a mi blog.

    ResponderEliminar
  4. Querídisima tocaya nuestro amor es mucho más firme que el de los oso pandas de la tienda de chinos, y sin necesidad de alardes jajajaa.

    Me gusta verte por aquí y también leerte.
    Besos con pepitas de chocolate y mucho corazón.

    P.D. Rimmel me pongo en mis citas con varones, a las que acudo sin zapatillas, taconeando botas de cremallera o altivas sandalias (en verano), pero... todos los corazones deben estar en el escaparate de una tienda que aún no he encontrado en mi camino.

    ResponderEliminar