Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

miércoles, 20 de febrero de 2013

Pensamientos de paso

Al final van a llevar razón los partidarios de la actividad frente a la indolencia. Yo, que siempre he sido defensora de la gandulería en sus múltiples variedades, empiezo a plantearme acciones que mantengan ocupada mi ociosa y dispersa mente.

Si este blog tuviese un gran número de seguidores, podría poner aquí una retórica frase:  “se preguntarán ustedes por qué”.   Pero, como estamos entre amigos, sin preámbulos paso a contar qué motivos me llevan a plantearme modificar los hábitos de toda una existencia encaminada al puro dolce far niente.

Durante años disfruté de cada momento de holganza, sin mala conciencia por no hacer otra cosa que contemplar nubes o, incluso, hipnóticamente seguir el cambio de los dígitos de un reloj. Si bien soy intrascendente hasta en mis momentos zen, os aseguro que Ariel no habría dejado más blanca mi mente que esos momentos planos.

Pero sucede que, desde hace algún tiempo, esos momentos han perdido esa blancura hermanada con la pureza de la nada -perdón si a veces me sale un puntillo lírico próximo al ripio*-, y se están llenando de pensamientos que podríamos definir como desasosegantes.  Eso, a una epicúrea como yo, no puede menos que preocuparle.

La idea de hacer deporte y Pilates, por ejemplo, se ha instalado en mí. Será por aquello de “mens sana in corpore sano”. Hasta ahora yo asumía una mente rara en un cuerpo que funcionaba razonablemente bien, pero desde hace un tiempo me atrae la idea de hacer estiramientos, de caminar sintiendo el aire en la cara, e intentar definir cuerpo frente a mi actual indefinición existencial.

Otra idea que revolotea en mi nada despejada cabeza es la de modificar mi orientación sexual. En este caso, es mi lado práctico y razonable  el que se impone arguyendo lo siguiente:

Premisa 1. A muchas mujeres les gustan los hombres complicados.
Premisa 2. Yo soy una mujer complicada.
Conclusión. Luego a algunas mujeres (lesbianas) les gustaría yo (mujer complicada).

He hecho la prueba comentándolo entre amigas y  dos de ellas confirmaron mi teoría con estás palabras:

-         Si yo fuese lesbiana, tú me gustarías.

Pero la idea que más me ha preocupado es la que intentó instalarse en mi sufrido cerebro el pasado lunes.


Digresión:
Antes de entrar en detalles he de hacer dos puntualizaciones:

1.- Yo estaba en ayunas, llevaba dos horas esperando en una sala de espera, y acababan de sacarme sangre.

2.- Este escrito, fruto de intrascendentes reflexiones,  no pretende mofarse en ningún momento de creencias que, si bien no comparto, me merecen el mayor respeto.

Volvemos al lunes y el reconocimiento médico.

Allí estaba ella, rubia, lozana, estupenda y contenta… La conozco varios años. Mis pobres hijos la sufrieron (con felices y numerosos períodos de baja maternal por su parte) como profesora. Se la veía segura y satisfecha, sabiéndose parte de la élite de almas justas seguras de caminar hacia un cielo prometido.

Entonces me invadió la idea más extraña de cuantas han tenido el valor de entrar en mi mente. Fue como un rotulo de neón que no paraba de anunciar el camino a una felicidad posible. ¿Y si me dejaba de raciocinios de atea e intentaba abrazar una fe? ¿No sería más gratificante caminar entre cantos de alabanza, manos que enlazaban la mías, sermones orientativos, perdón de mis pecados, y un largo etcétera de bienaventuranzas destinadas a los puros de corazón.

Si bien los interrogantes son frecuentes en mí, hay una serie de certezas que me han acompañado y, entre otras, figuran las siguientes:

Soy vaga.
Soy mujer, complicada y heterosexual.
Soy atea.

En un mundo cambiante, donde la filosofía Ikea (duración precaria) impera, no puedo permitirme escapar de quién soy. Por tanto, me asumo, además de lo anterior, llena de contrariedades, absurda y cambiante como la vida misma.


  • *Ripio (Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe):
1.                              Palabra innecesaria que se emplea únicamente para completar un verso o conseguir la rima:
2.                              Conjunto de piedras, ladrillos y materiales de desecho que se emplean para rellenar huecos.





4 comentarios:

  1. Yo, echo de menos la acción de dolce far niente.
    Me apunto a lo del viento en la cara, mas lo otro amiga mía..... no puedes negar que eres hetero, jejejeeje.
    Unos pensamientos muy, muy profundos.
    Un abrazo, querida de moi.

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  2. Jajaja
    Me temo que soy profundamente superficial, creo que eso es lo que se llama parádoja: dos cosas contrarias que son verdad.

    Besos y abrazos-

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  3. Angela, a mi también me asaltan a veces esas dudas existenciales,el replanteamiento, el renacer...no somos tan distintas, pero yo sería incapaz de expresarlo con tanta gracia.
    Llego por azar y con tu permiso, me quedo por placer,
    Abracitos de Clara
    http://muyclara.blogspot.com.es/

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    1. Siempre es una sorpresa tremendamente agradable descubrir que alguien se detiene en nuestras letras.
      El azar que te ha traido hasta Jane me da la mano y voy a ver qué cuenta Clara en ese blog del que, amablemente, me das el enlace.
      Saludos.

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